El nacimiento del mojito se remonta al siglo XVI. Por aquel
entonces a esta bebida se le conocía como "Draque" o
"Draquecito", ya que su invención se le atribuye al famoso pirata Sir
Francis Drake (1540-1596) que navegaba los mares del Caribe.
El mojito en sus orígenes se preparaba con "tafia",
un aguardiente campesino antecesor del ron. Los marineros mezclaban la tafia
con lima, menta y azúcar, y tomaban esta bebida como medicina tras sus batallas
por alta mar para así prevenir el escorbuto (enfermedad típica de los marineros
causada por la falta de consumo de fruta fresca). El aguardiente les daba el
calor, el agua diluía el alcohol, la lima combatía el escorbuto, la menta refrescaba
el paladar y el azúcar disimulaba el mal sabor.
Con el paso de los años esta bebida fue renombrada como mojito,
pero el porqué de esta nueva denominación no está muy clara. Una teoría afirma que la palabra mojito es el
diminutivo de “mojo” (un aliño cubano hecho con lima y usado para aderezar los platos),
y tal vez por tener también lima como ingrediente, la bebida se pedía "con
un poco de mojo", es decir, mojito.
Otra teoría indica que, al parecer, el nombre de mojito
deriva de la palabra africana "mojo", que en los ritos de origen
africano significa "conjuro, poción mágica, hechizo". Su sabor se
consideraba tan especial que quienes lo bebían lo asimilaban con hechizos o
magias.
La primera receta escrita del Mojito apareció en el libro
del español Pedro Chicote titulado "La Ley Mojada", de 1930, donde
aparece como Mojito Criollo.
¿Quieres aprender esto y mucho
más sobre la historia y elaboración del Mojito y otros cócteles?